¿Por qué a los perros les encanta mover la cola? 

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Este fin de semana, David se quedaba solo en casa aburrido, por eso fue a jugar con Jona. Al entrar por la puerta, el perro llamado Juan corrió hacia él moviendo la cola. David le acarició la cabeza con alegría y lo elogió a su amo: "Juan tiene muy buena memoria, y me ha recordado por una sola vez." Jona dijo orgulloso: "Claro que sí, los perros pueden aprender de memoria el olor de muchas personas que los olfateó una vez. Cada vez que mi mamá está preparando chuletas, lo descubre.

Jona llevó a David al balcón, y Juan iba en pos de los dos. Jona tomó muchas comidas para perros y unas cosas que Juan solía jugar, David le preguntó a Jona curiosamente tocando un collar rojo con una campana: "¿Se ha puesto este?" Jona asintió con la cabeza y dijo: Era lo que llevaba cuando era niño, era tan travieso en ese momento que siempre metía la pata, por eso mi papá lo compró un collar colgado en el cuello, al moverse, hacía unos tintineos, por los cuales todos sabíamos dónde estaba." Juan también se dio cuenta de este collar y movió la cola con mucha alegría, como si todavía lo hubiera recordado. David volvió a encontrar unos alicates pequeños entre los juguetes y le preguntó a Jona para qué servían. Parecía que Juan sufrió un golpe, al ver los alicates, además, la cola que estaba moviendo apuntó hacia el techo inmediatamente y su mirada se hizo menos amigables. Jona quitó los alicates de la mano de David con tanta prisa y los guardó sobre el suelo, le explicó en voz baja: "Son para cortarle las uñas, porque Juan tiene tanto miedo que cada vez nos cuesta mucho tiempo." Con razón parecía que se pusiera nervioso de repente, probablemente creía que David le cortaría las uñas. Para tranquilizarlo, David puso un puñado de comidas para perros en su bol y lo cepillaba con afecto. Afortunadamente, se lo olvidó rápidamente y volvió a jugar con ellos.

Cuando David iba a regresar a casa, Juan se prestó a acompañarlo a la puerta con una cola moviendo incansable como el hombre que agitó la mano para despedirse. David le encantaba cada vez más el perrito. En el camino a casa, se le ocurrió una pregunta: ¿Con cuatro garras, por qué no puede levantar las piernas y agitar la mano como el humano sino mover la cola?

David preguntó a mamá, y ella contestó: "Agitar la cola es una señal social del perro igual que la expresión facial del hombre, se expresa la emoción a través de esta postura. Por ejemplo, si un perro irguió la cola, lo que demuestra que está enojado, es mejor que no lo provoques, porque hay gran posibilidad de ser mordido. Al contrario, si la cola mantiene gacha y se menea de izquierda a derecha, lo que significa que está de buen humor. Además, si sujeta la cola entre las dos piernas, esto denuncia que se pone un poco nervioso y puede que se enfadará. Sin embargo, las circunstancias complicadas de mover la cola varían entre razas."

David no podía resistir la pregunta siguiente: "¿A excepción de esto, ¿qué otros significados abarca mover su cola?"

"Principalmente, la gente juzga la emoción del perro de acuerdo con la dirección y la velocidad de mover la cola. Si está relajado, su cola colgará cómodamente, las posiciones colgadas de cola varían entre diferentes razas de perros, algunas pegadas al culo y otras sujetadas entre las piernas. Y si el perro sacude la cola muy rápido, lo que significa un alarmante estado de conmoción. Se ha realizado estudios sobre la conexión entre la dirección de mover la cola y el estado de ánimo del perro. Sacudirla hacia la derecha indica un buen humor, en cambio, moverla a la izquierda significa el mal genio. Probablemente se debe a que el hemisferio izquierdo del cerebro controla el movimiento del derecho del cuerpo, mientras que está relacionado con las emociones positivas, y el derecho se asocia con los humores negativos y malos. Desde luego, esto también relaciona con la raza del perro."

David daba la razón a mamá, y le contó que convenía lo que dijo con la conducta del perrito de Jona, movía la cola con buen humor y se sintió de mal genio con la cola erguida. Al saber que él había jugado con el perro en la casa de Jona, mamá insistió en que David tomara un ducha y cambiara de ropa para hablar con ella. Como su mamá era alérgica al cabello y no le quedó más remedio que criar tortugas o peces sin cabello como mascota.

Autora: Huang Jing